2. No pospongas lo que deseas, la mayoría de las veces te sientes insatisfecho y desmotivado porque no encuentras el tiempo o el apoyo de tu pareja o de un amigo pera hacer las cosas que te gustan. Elige una actividad que quieras realizar y da los pasos necesarios para cumplir con ella. No lo postergues más.
3. Sé agradecido. Aprende a agradecer por todas las cosas buenas que te pasan, por las personas y las circunstancias que te rodean porque siempre son un medio para aprender.
4. Cambia los pensamientos negativos. Cada vez que una idea negativa llegue a tu mente, déjala salir de la misma
manera en la que llegó sin prestarle ninguna atención, y crea pensamientos positivos y afirmativos.
5. Escoge un momento de la semana para preocuparte, Dedica media hora o quince minutos (especialmente planificados) a pensar en lo que te preocupa, pero ni un minuto más. Así cada vez que una preocupación visite, podrás decirte: . “Ahora no voy a pensar en esto lo lo haré en el tiempo reservé para hacerlo”
6.Observa el comportamiento de los niños, Cada vez que te sientas abrumado o estresado, obsérvalos actuar y jugar. Realiza unas cuantas respiraciones profundas para aflojar la tensión y piensa en que ellos siempre están en el presente, sin prisas, no desperdician el tiempo recordando el pasado o preocupándose por el futuro.
7. Rompe la rutina. Haz una pausa y, por un momento escapa de tu rutina diaria . Toma un café, lee un libro, sal a dar una vuelta, haz un poco de ejercicio, disfruta de ese tiempo que es tuyo sin pensar en tus asuntos pendientes o en que estarán haciendo tus personas queridas.
8. Recuerda dónde estás. Si las preocupaciones no te sueltan practica un pequeño ejercicio de ubicación. Mira a tu alrededor, observando y resaltando todos los del lugar donde estás, respira profundo y regresa al momento presente.
9. Ocúpate de resolver una cosa a la vez. cuando estamos en el trabajo pensamos en todas las tareas pendientes que tenemos en el hogar: las facturas por pagar, los arreglos por hacer, en los hijos... Lo mismo nos sucede cuando llegamos a casa. En lugar de ser agradables con nuestras personas queridas, el estrés y las preocupaciones que cargamos nos llevan a maltratarlas, lo que afecta nuestra relación con ellas, y hace que se pierda la oportunidad compartir y descansar por estar, mentalmente, en otro sitio.
10. Maneja tu agenda. Eres tú quien realmente administra y decide que hacer con tu tiempo. Organízate cada noche de manera que al día siguiente puedas cumplir con tus asuntos pendientes y disponer de un tiempo libre para las actividades que te relajan y que suavizan tu vida.¡No todo es deber!
Lcda. MARIA ZURITA
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